martes, 4 de noviembre de 2008

LA IGLESIA ANTE LA CRISIS


En el sistema capitalista no hay lugar para los pobres

Ese gigante de la crisis que de la noche a la mañana ha puesto en jaque a todo el sistema capitalista me lleva a recordar el anuncio profético del Papa Juan Pablo II. Él tras la caída del muro de Berlín y del sistema comunista nos invitó a que no pusiéramos toda nuestra confianza en el sistema capitalista que podría ser peor que el comunismo. Hoy después de casi veinte de años de la caída del muro de Berlín y tras las bonanzas económicas del capitalismo, nos damos cuenta que Juan Pablo II tenía su razón. Hemos dejado crecer libremente a ese duro capitalismo sin control de los Estados y sin sentimientos hacia los pobres. Los gobernantes y políticos se han arrodillado ante los libres mercados manejados por los bancos y las multinacionales que son los que tenían el capital. A la luz del Evangelio de Jesús y de la Iglesia, podríamos decir ante esta crisis económica que en el sistema capitalista no había lugar para los pobres sino sólo les quedaba recoger las migajas que caían de las mesas de los ricos. El sistema se puso en el lugar del rico Epulón de la parábola evangélica que banqueteaba y derrochaba los bienes mientras que su amigo el pobre Lázaro moría de hambre y se comía las migajas que caían de la mesa del rico Epulón. Ahora los banqueros como el rico Epulón, lloran y piden ayuda a los Estados y éstos últimos solucionan el problema entregándoles millones de euros pertenecientes a los ahorros y sacrificios de los ciudadanos. Historias de injusticia y de insolidaridad manejadas por los ricos sin sentimientos ante los pobres que se repiten a lo largo del tiempo.
El sistema ha tambaleado desde sus más hondos cimientos. Pero enseguida como si se tratara de un gran apagón, los Estados han sacado dinero de las piedras y han prendido de nuevo las luces del sistema capitalista. Como ciudadano de a pie me pregunto: ¿Cuánto tiempo durará la luz? ¿No correremos el riesgo de un nuevo apagón económico? ¿Están nuestros políticos preparados para enfrentar otro nuevo apagón? ¿Basta con confiar ciegamente en lo que los bancos quieran hacer libremente con nuestros ahorros?.

Son preguntas de difícil solución pero me alegra de que al final después de una larga trayectoria de dimes y diretes, Zapatero y Rajoy se pusieron de acuerdo. Ellos se dieron la mano y prometieron al pueblo que iban a trabajar unidos para ayudarnos a salir de esta crisis. Ojala que también los gobiernos regionales y locales sigan sus pasos. Estamos todos en crisis y desde el presidente, los diputados y los alcaldes tienen que darnos ejemplo a los ciudadanos de austeridad, servicio y solidaridad.

CARITAS es una respuesta de la Iglesia ante la crisis

Como ciudadano y cristiano de a pie escucho también en la calle a la gente preguntar ¿qué dice y que está haciendo la Iglesia por esta crisis? Y aquí he de reconocer que la voz de la Iglesia jerárquica aún no se ha pronunciado sobre esta complicada crisis que nos ha pillado a todos y afecta como a toda institución a la Iglesia. Pero la Iglesia sigue hablando con su silencio y servicio a las victimas de la crisis económica que son los pobres. Ahí está CARITAS y tantas instituciones de la Iglesia ofreciendo sus servicios de atención a los pobres, enfermos, emigrantes y marginados con sus escasos recursos económicos. Ahí siguen al pie del cañón tantos miles de misioneros españoles que no entienden de crisis económica sino de servicio y entrega en los países más difíciles y pobres del planeta.
También hay voces proféticas de la Iglesia que denuncian a los culpables del sistema capitalista por no haber previsto esta gran crisis que va a afectar a millones de pobres que sobreviven en los países del tercer mundo. Hace unos días escuchaba la voz del teólogo José María Castillo solicitando una manifestación de la Iglesia en torno a la crisis.

“LLAMA la atención que las autoridades de la Iglesia hablen tanto de algunas cosas y, sin embargo, de otros asuntos muy preocupantes para la gente, como es el caso de la crisis económica, no dicen ni palabra. Por supuesto, es arriesgado afirmar que el Papa, los cardenales y los obispos, no hayan dicho nada sobre un asunto del que todo el mundo habla con preocupación y con angustia. Sin duda que el Papa y los obispos han hablado del tema”.

La Doctrina Social de la Iglesia es una iluminación social a la crisis


Y claro que la Iglesia ha hablado y hablara de este tema de la crisis que preocupa a millones de personas. Pues con sus errores y aciertos, la Iglesia como ya señaló en el Concilio Vaticano II “participa de las alegrías, anhelos, penas y sufrimientos del hombre de hoy”. La misma Iglesia tiene toda una trayectoria de su Doctrina Social a través de la cual intenta iluminar desde el Evangelio los problemas sociales, políticos y económicos que afectan a la realización y dignidad de todas las personas y ciudadanos.
Finalmente pienso que la Iglesia no son solo el Papa, los obispos, los curas y las monjas como erróneamente muchos creen. La Iglesia somos todos los bautizados que soñamos en un mundo nuevo en donde el sistema capitalista no arrase a los pobres sino que les tienda esa mano de solidaridad que ellos necesitan. Por eso la Iglesia a la que algunos hoy ven callada y en silencio, es la Iglesia de Cristo que sigue sirviendo a los más pobres, victimas de esta gran crisis económica.


ANGEL GARCIA RODRIGUEZ

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